Guido Stein, Profesor de Dirección de Personas en las Organizaciones, IESE Business School

Estas son algunas pautas de acción y medidas concretas que permitirán adaptar las políticas de gestión de personas a las particularidades de esta generación:

1. Oportunidades de desarrollo y aprendizaje
Los millennials, y muy especialmente los junior millennials (nacidos en la década de los noventa), han crecido en la cultura de la inmediatez y rodeados de estímulos. Están ávidos de nuevas experiencias y son un tanto impacientes, por lo que necesitan metas a corto plazo y resultados visibles. Les gusta ponerse a prueba constantemente y ver que son capaces de ir «pasando pantallas». Esto en cuenta, conviene que, como directivo, les ayudes a identificar oportunidades para desarrollar nuevas habilidades, asignándoles diferentes proyectos o puestos temporales.

2. Equilibrio entre vida personal y profesional
Muchos millennials han crecido con unos padres ausentes o estresados por el trabajo y no están dispuestos a pasar por lo mismo. Como son multitarea y están permanentemente conectados, esperan trabajar con flexibilidad e independencia, y no atados a un horario de ocho horas en una oficina. No entienden el valor que otras generaciones le han dado al trabajo presencial ni a las jornadas maratonianas entre las cuatro paredes de un despacho. Lo que les importa es el resultado.

3. El dinero no lo es todo
Los millennials son plenamente conscientes del valor del dinero, pero el salario no constituye su principal motivación. Les seduce más «personalizar» su retribución con elementos como días libres adicionales, flexibilidad de horarios y teletrabajo, cupones de descuento, comedor o cafetería, etc. Pero no confundas esta tendencia suya por una falta de ambición. Quizá no aspiren a tener un elevado número de personas a su cargo o a ocupar un determinado despacho, pero sí a alcanzar puestos ejecutivos desde los que tener un impacto en el mundo.

Por tanto, los planes de carrera deberían basarse en experiencias diversas y no centrarse solo en promociones que conllevan un crecimiento vertical. Las oportunidades para demostrar su potencial y capacidades a quienes les dirigen -por ejemplo, invitándoles a asistir a algún comité de dirección o algún otro evento informal con los máximos ejecutivos- son muy apreciadas.

4. Mayor rotación
La inmediatez es un rasgo generacional de los millennials. En general, trabajan hoy pensando en el siguiente puesto mañana, por lo que no esperarán indefinidamente para conseguir sus objetivos. Y no temen los cambios. Si no ven posibilidades de desarrollo dentro de la compañía, encuentran problemas para conciliar la vida personal con la profesional o no tienen una buena relación con sus superiores, es probable que opten por la salida.

Por tanto, para retenerlos, sería aconsejable planificar conversaciones de carrera más frecuentes (una vez al año ya no es suficiente) y recurrir a entrevistas de salida personales con el responsable del área. Es muy importante entender qué es lo que ha fallado.

Fuente: IESE Insight

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Este blog es una ventana donde asomarse al futuro del mundo de los negocios globales. Un espacio donde expertos del IESE comparten sus últimas e innovadoras investigaciones y opiniones entorno a la dirección de empresas. Ideas con un impacto real y transformador, no solamente en los negocios, sino también en las personas. Porque en management las personas deben ser el núcleo de las empresas, dando a los directivos la responsabilidad de influir positivamente en la sociedad.

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