Joan Fontrodona, Profesor de Ética Empresarial en IESE Business School

La celebración del Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, nos da ocasión de reflexionar sobre las condiciones de trabajo y, en especial, sobre el problema del desempleo, particularmente grave en algunos países tras la crisis económica de los últimos años.

La creación de empleo es una necesidad tan compleja y tan urgente que exige lógicamente la implicación de todos los agentes sociales, y la articulación de una serie de medidas a niveles muy distintos. La mayoría de soluciones que se plantean suelen combinar acciones en el marco legislativo con medidas económicas, y eso tanto por parte de los empresarios, para mejorar las condiciones que faciliten la creación de trabajo, como por parte de los sindicatos, para asegurar los derechos de los trabajadores.

Aun aceptando la necesidad de estas medidas, me gustaría resaltar un tercer aspecto importante, que se refiere más a un cambio de mentalidad de todos los implicados a la hora de enfrentarse al problema del paro, y que les haga sentirlo como un problema propio. Al fin y al cabo, como decían los clásicos, “quidquid recipitur ad modum recipientis recipitur”, o sea, lo que se recibe, se recibe al modo del recipiente. Piénsese, por ejemplo, en varios recipientes que se llenan de agua: el agua se adapta a la forma de cada recipiente. Aplicado al caso que nos ocupa, las normas legales o los incentivos económicos se utilizarán según la intención que tenga quien vaya a aplicarlos.

Veamos un ejemplo. Mi colega de claustro, el profesor Sandalio Gómez, insistía hace poco en la idea de impulsar los contratos de trabajo a tiempo parcial como herramienta para la generación de empleo. El problema –señalaba- es que por ejemplo en España estos tipos de contrato han estado asociados a empleos de baja calificación y con pocas posibilidades de promoción personal. Si los sindicatos piensan que son trabajos precarios y de peores condiciones laborales, y las empresas piensan que los trabajadores son menos productivos y se sienten menos implicados, lógicamente este tipo de contrato está condenado a fracasar o a ser utilizado de forma oportunista. Por el contrario, como advierte Sandalio, en Holanda la tasa de contratos a tiempo parcial es del 49%, la más alta del mundo, y ha servido para impulsar de manera positiva la generación de empleo, sin afectar al nivel de productividad ni al compromiso de los empleados con la empresa. Todo depende de cómo y con qué intención se utilicen, como ya nos decían los filósofos clásicos.

Y, ¿por dónde debería ir este cambio de mentalidad? Voy a acudir a las ideas de otro colega de claustro. Alfredo Pastor publicaba hace unos días un artículo de opinión en un dosier especial que el periódico Ara dedicó al futuro del capitalismo. En su artículo, el profesor Pastor proponía la Economía civil como alternativa desde la economía de mercado a los principios de actuación que caracterizan el capitalismo actual. Siguiendo a los autores que han reflexionado sobre esta economía civil, Pastor destaca dos características que me parecen muy relevantes para el tema del empleo.

  1. Un cambio en el modo de entender la finalidad de la actividad económica, y también –añadiría yo- la empresarial. El objetivo no debería ser -como parece asumir la mentalidad dominante- el máximo bienestar posible, sino el máximo desarrollo personal posible de cada una de las personas que componen la sociedad. El bienestar del conjunto es lo que se llamaría el bien común, que es justamente el bien de vivir juntos. Desde esta perspectiva, uno debe estar dispuesto a sacrificar parte de su bienestar propio, si eso sirve para mejorar el bienestar del conjunto. ¡Qué distinto a la postura de buscar el propio beneficio, esperando que la lógica del sistema genere un equilibrio entre todos los partícipes! Los agentes sociales implicados deberían abordar el problema del paro con un sentido de solidaridad, y estar dispuestos a sacrificar parte de sus intereses. La primera responsabilidad de todos –también de las empresas- hoy es crear empleo.
  1. Centrándonos en el caso concreto de la división del trabajo, es importante un cambio de perspectiva, al situar su razón de ser no en la productividad –lo cual corresponde a la lógica dominante-, sino en la necesidad que cada persona tiene de trabajar, y en reconocer que cada persona es diferente y requiere, por tanto, de una tarea que se adecúe a sus capacidades, porque ahí podrá desarrollarse más como persona. Desde esta perspectiva se vislumbra no sólo el coste económico que implica una situación de falta de trabajo, sino sobre todo el coste antropológico de quien no tiene ocasión de desarrollar sus capacidades porque carece del trabajo donde hacerlo. Y con ello, queda clara la gravedad y la urgencia del problema.

Estos dos principios, el bien común y la dignidad de la persona, deberían ser las coordenadas desde las que todos los agentes sociales planteasen medidas concretas para enfrentarse al problema del paro. Siendo conscientes de la gravedad y urgencia del problema, con un sentido de solidaridad y de sacrificio, y dejando a un lado los intereses particulares y las agendas ocultas, se podrán encontrar las medidas más adecuadas para hacer frente al problema del paro, y, sobre todo, se podrán llevar a la práctica con altura de miras y en función del bien de todos.

Otros artículos del Profesor Fontrodona.

Los temas de este blog:
IESE Business School
El IESE, la escuela de negocios de la Universidad de Navarra, es la única escuela de dirección de empresas que ofrece formación para directivos en cuatro continentes, a través de los distintos programas propios que están en marcha y otros que comenzarán próximamente en Europa, Asia, América, y África. La escuela, fundada en 1958, está comprometida con la formación de líderes que puedan imprimir una huella profunda, positiva y duradera en las personas, en las empresas y en la sociedad gracias a su profesionalidad, integridad y espíritu de servicio. Durante sus 50 años de historia ha recibido muchos reconocimientos a nivel internacional, por su labor docente y en el campo de la investigación.

No hay comentarios

Deje un comentario