Antonio Argandoña, Profesor de Economía y titular de la Cátedra ‘la Caixa’ de Responsabilidad Social de la Empresa y Gobierno Corporativo de IESE Business School.
El desencuentro entre valores y empresa suele producirse por las siguientes razones:
Lo realmente importante de nuestras decisiones es el impacto que tienen en las personas. Así, con el devenir del tiempo, se puede crear un entorno de compromiso, intercambio de conocimientos y desarrollo de capacidades que beneficie a la empresa, o se puede instaurar un clima de desmotivación y desconfianza tanto entre los empleados como entre los clientes, proveedores y socios.
Desarrollar la capacidad para comportarse éticamente solo es posible si se tiene la voluntad de hacerlo. También hace falta sensibilidad e interés por el tema tratado y entender qué es lo más correcto en cada caso. Finalmente, ¿cómo trasladamos estos valores a nuestro equipo? ¿Cómo se crea una cultura corporativa ética?
Fuente: IESE Insight
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