Carlos García Pont, Profesor de Dirección Comercial, IESE Business School
Como directivos, debemos tratar de desarrollar las condiciones para que los empleados puedan ir más allá de su tarea. Cambiar la forma de gestionar las personas en la empresa implica proporcionar las herramientas y los contextos apropiados para aumentar la autonomía en la toma de decisiones.
Estamos hablando de organizaciones abiertas. De directivos capaces de obtener resultados en sus áreas de actuación pero, a la vez, de generar esfuerzos de colaboración entre sus subordinados que redunden en beneficios de la organización. Hay que crear los sistemas apropiados para que las personas sepan qué hacer, cómo lo tienen que hacer, pero también para que sepan si lo están haciendo bien y puedan mejorar.
Si somos capaces de transformar nuestras tareas en responsabilidades, estaremos cambiando nuestro trabajo. Algo aburrido pasara a ser algo estimulante. Y esa transformación se contagiará a las personas que nos rodean. Quizá al final incluso acabemos siendo el jefe que nos gustaría tener. Preguntándonos tres cosas, podemos ir mejorando el arte de dirigir
1. ¿Asignamos tareas o responsabilidades?
Los empleados desarrollaran responsabilidades si nos aseguramos de que cada uno conoce cuales son las suyas, si creamos mecanismos a para que cada uno sepa cuál es el nivel de cumplimiento de las responsabilidades asignadas, y si creamos el entorno para que se identifiquen y desarrollen oportunidades de mejora, tanto de su trabajo como del de los que le rodean.
2. ¿Nos aseguramos de que entienden el negocio?
Las personas necesitan comprender el entorno de las tareas que desempeñan. Por tanto, la dirección tiene la responsabilidad de darles a conocer la estrategia de la empresa y la de su unidad, además de educar en el negocio para que los individuos tengan criterio a la hora de asumir sus responsabilidades.
3. ¿Les permitimos contribuir?
Como directivos, debemos preguntarnos si nos dedicamos a corregir las decisiones de nuestros colaboradores o a introducir criterios que no han tenido en cuenta para mejorar su toma de decisiones en la responsabilidad.
Fuente: IESE Insight
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