Con motivo del 25 aniversario de la revista de investigación IESE Insight, recopilamos 25 consejos que ayudarán a los directivos a lograr un impacto positivo y duradero en las personas, la empresa y la sociedad. Estas recomendaciones proceden de algunos de los artículos que los profesores del IESE han compartido en las páginas de la revista en los últimos seis años y están avalados por sus investigaciones
1.“¿Quién soy?”
Antes de poder gestionar a nadie, deberás aprender a manejarte a ti mismo. Cuando te rodee el caos, no dejes que las circunstancias te definan, ni tampoco factores accidentales como el género, la raza, la nacionalidad o el nombre.
Hay una serie de acciones que te permitirán ganar la confianza de inversores escépticos. Algunas son tan básicas como vestir bien y cuidar los modales; otras requieren predicar con el ejemplo: renuncia o reduce tu salario para demostrar pasión y compromiso. No los subestimes.
Dejar el cargo al frente de una empresa, ya sea por renuncia, jubilación o despido, puede hacerte pasar un momento difícil. Pero no empañes años de leal servicio negándote a retirare con elegancia o saboteando el traspaso de poderes. Comparte información vital con tu sucesor y no dejes que las quejas personales arruinen la incorporación del CEO entrante.
La costumbre de expatriar directivos de la sede central a las filiales es cosa del pasado. La tendencia es “impatriar”, invirtiendo la dirección de los traslados, siempre teniendo en cuenta la distancia cultural. Tampoco olvides hacer un seguimiento de los impatriados cuando finalice el traslado: el choque cultural a la vuelta puede desembocar en su renuncia.
En contra de la creencia de que los sistemas de gestión matan el espíritu emprendedor, el “dejarse llevar” solo funciona cuando una empresa es pequeña. A partir de los cien empleados, los sistemas de gestión proporcionan el orden necesario, siendo la planificación financiera y estratégica las claves para un crecimiento significativo.
La prudencia está a la orden del día, por lo que debes ser más riguroso en la contratación y asegurarte de que las motivaciones son las adecuadas, incluyendo el desarrollo profesional y las preocupaciones éticas. Y no olvides que la remuneración variable debe estar alineada con los objetivos estratégicos a medio y largo plazo de tu empresa.
Tu empresa haría bien en adoptar estrategias de venta multicanal para asegurarse tanto tráfico digital como físico. Debes entender que el centro de gravedad de la economía se está desplazando a los mercados emergentes, cuya futura clase media va a gastar más en bienes discrecionales que sus contrapartes en Occidente.
Mejorar la experiencia del cliente es algo más que una vía rápida hacia la caja y requiere una atención específica a los factores emocionales. Activa los resortes emocionales adecuados para que el cliente se sienta cómodo, como el uso de la música, los olores, la iluminación o muestras gratuitas para crear ambiente.
Con más datos personales que nunca en los servidores de las empresas, es necesaria una “ética de las redes”, de actualizar los conceptos tradicionales de la privacidad, transparencia y seguridad en vista de la actual realidad digital. No creas que basta con “cumplir”: necesitas crear tu propio marco ético que van más allá de lo puramente legal.
Cuando las instituciones financieras globales se expanden en los mercados emergentes, a menudo aplican los mismos criterios que en los mercados desarrollados, pero se trata de un error, ya que descuidan factores distintivos de esas economías. Si tienes la vista puesta en un mercado emergente, tendrás que cambiar sus análisis de riesgo y rentabilidad y adaptarte.
La flexibilidad, las relaciones de desarrollo, la visibilidad, la transparencia y la gestión de la diversidad son las claves en la gestión de talento. Con el aumento del número de profesionales que se encuentren en la “generación sándwich”, cuidando tanto de sus padres ancianos como de sus hijos en crecimiento, la necesidad de reformar la gestión del talento nunca ha sido mayor.
La clave para atraer nuevos públicos hoy en día es proporcionar experiencias al usuario. Tu modelo de prestación de servicios depende en gran parte de la creación de conexiones emocionales con los clientes. Para lograrlas, es necesario experimentar con nuevos formatos y aprender sobre la marcha.
Las empresas son comunidades de personas y la dirección debe estar a su servicio, no al revés. Cambiar los supuestos sobre los que descansa la teoría económica moderna no es fácil, pero el camino se andará gracias a directivos que promuevan la ética por encima del modelo neoclásico de las relaciones entre los accionistas y la dirección.
Fuente: IESE Insight
No hay comentarios
Deje un comentario