Muchos profesionales sueñan con el día en que serán ascendidos o liderarán su propio equipo. Sin embargo, pese a que algunas personas no nacieron con esta habilidad, es posible adquirirla. Además, esa habilidad necesita ser visualizada de manera más amplia y ejercitada todos los días.
Pregunte a un gerente o a un director lo que esperan para su carrera en 2013. Siempre desearán alcanzar cargos más altos. Es parte de la ambición del ser humano, y hasta del plan de carrera a desarrollar a lo largo de la vida. Sin embargo, esto no se puede conseguir sin antes desarrollar liderazgo, pues las más altas responsabilidades requieren gestionar personas, y ese desafío no es sencillo.
Según Eduardo Shinyashiki, presidente de la consultora Cre Ser, especializado en el desarrollo de las competencias de liderazgo, esa habilidad puede ser adquirida, aprendida, mejorada y entrenada. Incluso, no es suficiente tener dones naturales, talento y potencialidades de liderazgo, si no fueron perfeccionados, desarrollados y puestos al servicio de un objetivo.
El especialista apunta, entonces, a seis características fundamentales para ser un líder que marca la diferencia en la empresa.
1. Saber liderarse: Cuidar y fortalecer las competencias personales, de forma de mantener el foco. Esto ayudará a que nada interfiera en la obtención del objetivo deseado.
2. Poner atención al capital humano: Para el líder es importante reconocer las experiencias y competencias de las personas que conforman el equipo, pues permite la concretización de los resultados. La valorización de un ideal, un sueño, junto a la capacidad de entusiasmar a las personas para que sean dedicados, creativos y sientan que pertenecen a algo, son valores que no se miden en números o con calculadoras, pues son considerados fundamentales en la construcción y mantención de los equipos sólidos y exitosos.
3. Inspirar al equipo: Esto sucede cuando se comparte con los empleados una identidad común que orienta las actitudes y cataliza energías. El líder indica la dirección y comprueba la ruta, transmite la misión y la importancia de la tarea y las acciones, orientando y armonizando los objetivos y las metas individuales con los colectivos, siendo este equilibrio la principal fuente que impulsa el éxito del equipo.
4. Hacer que las cosas pasen: El líder debe lograr que los empleados se mantengan entusiasmados, que sigan siendo creativos e innovadores, así como capaces de que los planes trazados en papel se materialicen. Es mediante palabras motivadoras que se puede mantener al equipo enfocado en los objetivos, creando un equilibrio que contribuya sobrepasar los límites individuales y alcanzar juntos los objetivos.
5. Estar dispuesto a aprender: El líder necesita estar atento y abierto a los cambios, por lo que debe analizar los distintos escenarios, y siempre estar dispuesto a aprender. Esto permite que se reinvente cuando sea necesario innovar, creando las estrategias adecuadas para alcanzar el éxito.
6. Tener manejo comunicacional: Esto es fundamental para quien lidera a personas. Por medio de una comunicación eficaz, el líder fortalece las relaciones interpersonales en el equipo, desarrollándose, entonces, cooperación e integración. Mejorar y potenciar la comunicación verbal y no verbal, permite comprender, reconocer y acompañar los criterios por los cuales el ser humano piensa, hace y decide.
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