Innovación

Barbados: mar, playas... e innovación

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Por años, la nación caribeña ha invertido en aumentar la competitividad e innovación de sus empresas mediante programas de cooperación público-privados. Aunque resta mucho camino por avanzar, la iniciativa ya rinde sus frutos.

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No sólo los escándalos de la cantante Rihanna han puesto a la isla de Barbados en las noticias mundiales. También la pequeña nación del Caribe está destacando por sus acertadas medidas en pos de fomentar la innovación. Mismas acciones que la situaron entre los tres países de América Latina y El Caribe mejor posicionados en el último Índice Mundial de Innovación, realizado por el INSEAD, la Universidad de Cornell y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

Este Índice Mundial de Innovación 2013 se calculó a partir del promedio de dos grandes factores. Por una parte, se sopesaron los recursos invertidos en innovación en base a cinco pilares: instituciones, capital humano e investigación, infraestructura, desarrollo de los mercados y desarrollo empresarial. La segunda gran área de la innovación evaluada se reflejó en dos pilares: producción de conocimientos y tecnología, y producción creativa.

Si bien se sitúa lejos de los primeros 20 puestos del ranking, ostentados por países como Suiza, Estados Unidos y el Reino Unido, desde la década pasada Barbados ha hecho importantes esfuerzos por apoyar la innovación gracias a los cuales este año la isla de casi 300 mil habitantes alcanzó el lugar 47, justo después de Costa Rica (39) y Chile (46).

Paul Pounder, académico del departamento de estudios de administración de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI), destaca los esfuerzos de la isla que desde hace años se hacen por apoyar la innovación, refiriéndose especialmente a la Corporación de Desarrollo e Inversiones de Barbados (BIDC), que desarrolló un programa de apoyo a la innovación (ISP) hacia 2001.

“El BIDC reconoció que las ideas innovadoras a menudo mueren o permanecen sin desarrollar debido a que los dueños no tienen los medios técnicos o financieros para llevar a término su desarrollo y protección. Para superar este desafío, el programa ofrece consejo técnico a los inventores en el desarrollo de nuevas ideas, protección de la propiedad intelectual y comercialización”, explica Pounder.

Adicionalmente a la ISP, el gobierno de Barbados también creó un fondo de USD 2,5 millones denominado Fondo de Innovación (FI). Este fondo es administrado a su vez por el Fondo de Crecimiento de Empresas y provee de capital semilla en el rango de los 12,500 hasta los 125 mil dólares para ayudar a emprendedores con la implementación de ideas y proyectos con viabilidad comercial.

El fondo también se usa para coordinar la competencia nacional de innovación, evento anual que fomenta a los gerentes y emprendedores de todo tipo a “pensar fuera de la caja”, para ampliar la competitividad de sus empresas.

El gobierno ha puesto mucho énfasis en el área de ciencia y tecnología, especialmente para los jóvenes. Existen campamentos de verano sobre el tema, además de la competencia de innovación.

Al mismo tiempo, agencias de apoyo se han impuesto la tarea de reducir los desafíos de la burocracia, simplificando las reglas y procedimientos para atraer a más investigadores y a una gama más amplia de empresas innovadoras. La corporación de inversiones y desarrollo de Barbados ha apoyado a emprendedores locales con procesos e innovación de productos y en general con todo lo vinculado a I+D, mientras que el fondo de crecimiento empresarial ha financiado tanto a ideas como a compañías innovadoras

En el caso del Índice 2013, entre las cualidades evaluadas, la isla mostró un fuerte desempeño en las categorías de estabilidad política, ambiente político y facilidad para iniciar emprendimiento.

El país destacó en muchas subcategorías, alcanzando el puesto 1 en número de patentes (de inventos) presentadas por residentes, y también por su inversión en educación, el índice de permanencia en escuelas, educación terciaria, acceso y uso de la tecnología de la información y comunicaciones (ICT), colaboración en investigación entre universidades y empresas, además de flujos netos de inversión extranjera directa.

Los puntos más débiles, en tanto, son infraestructura y sustentabilidad ambiental, además de deficiencias en el área de conocimiento y tecnología: creación de conocimiento, impacto del conocimiento y difusión del conocimiento no sobrepasaron los 38 puntos de un máximo de 100.

El profesor Chris Hillier, encargado de transferencia tecnológica y coordinación de la innovación en la UWI, enfatizó que el índice es una prueba que a pesar de la crisis económica y pesismismo que se han sentido en la isla, la innovación en Barbados está viva y bien encaminada. “Es un gran incentivo para todos quienes han trabajado con tanto esfuerzo por crear un nuevo ecosistema para el emprendimiento en la isla y que están haciendo avances relevantes en ICT, biotecnología y salud,” enfatizó Hillier.

“Creo que siempre se produce una diferencia de al menos cinco años para poder apreciar los beneficios de muchas de las políticas tomadas en la anterior década para apoyar la innovación, y por esta razón estamos siendo testigos ahora del impacto positivo de los esfuerzos del gobierno de Barbados para impulsar y financiar diversos proyectos de innovación.

A juicio de Pounder, Barbados ha hecho esfuerzos por apoyar la innovación, pero se necesita más para inculcar una mentalidad innovadora en el país, pues aunque los países pueden tratar de crear procesos para estimular las invenciones, no son los procesos los que crean la innovación, es la gente y su mentalidad.

“En Barbados, mucho del foco se ha puesto en una perspectiva organizacional y el gobierno ha tomado pasos relevantes para estimular el proceso de innovación, así como para identificar algunas de las brechas que existen” indica Pounder.

Para el académico, es insuficiente que tanto la innovación como la competencia dependan exclusivamente del Ministerio de Comercio, ya que es un tema transversal. “Se necesita hacer mucho más: tener unidades vinculadas a innovación y competitividad que asesoren en las áreas de turismo, agricultura y salud, por nombrar unas pocas. Estos sectores se perciben como la base de la sociedad en Barbados, desde la perspectiva social y económica”, dice Pounder.

Educación y competitividad

Autoridades locales y expertos internacionales coinciden que tanto para Barbados como para cualquier país en la ruta de fomentar la innovación- y por ende la competitividad- comienza con educación y prospera con apoyo al emprendimniento.

A principios de octubre, el ministro de Finanzas de Barbados, Chris Sinckler, subrayó en el foro interamericano de la microempresa (Foromic) que las pequeñas y medianas empresas "ofrecen la mayor oportunidad para la innovación y la creación de empleo en los países en desarrollo".

Para el secretario de Estado, “es tan relevante como oportuno, ya que ahora hay una necesidad urgente de que la región sea más especializada e innovadora, y debemos centrar todos nuestros esfuerzos para construir nuevos sectores productivos", añadió Sinckler.

El ministro insistió en que varios estudios recientes han puesto de manifiesto que la disponibilidad de servicios de apoyo a las empresas y las finanzas de las empresas de negocios nuevos apenas existen en Latinoamérica.

En tanto que el experto en educación superior y ex funcionario del Banco Mundial, Jamil Salmi afirmó, a mediados de octubre en el VII Foro de Competitividad de las Américas en Panamá, que actualmente sólo "el capital humano" representa una verdadera ventaja competitiva para los países.

Para Salmi, Latinoamérica exhibe un atraso importante en cuanto a calidad educativa en todos los niveles, por lo que urge un cambio de mentalidad en las políticas y manejo del sector si los países quieren elevar su competitividad en un mundo cada vez más globalizado.

El tema de la competitividad, agregó Salmi, debe ser puesto "en el centro del desarrollo, y la educación en el centro de la competitividad, algo que ha faltado en América Latina".

La educación también ha sido clave para los dos países Latinoamericanos mejor rankeados que acompañan a Barbados en este índice: Costa Rica y Chile.

En el caso de la nación caribeña, que alcanzó la posición 39, Esteban Brenes, académico del INCAE Business School y ex ministro de ciencia y tecnología en la década anterior, coincide con el experto del Banco Mundial en el rol de fomento a la educación como catalizador para la innovación, pero añade otros elementos.

De acuerdo a Brenes, para crear innovación tiene que haber liderazgo, en gobiernos y empresas, y debe existir un ambiente de apertura mental y cultural. "En Costa Rica hay varios factores que se han juntado, desde una trayectoria sólida en educación, que ha dado acceso a herramientas que facilitan la creación o la innovación. Pero además tiene que ver con el modelo de desarrollo económico adoptado en los 80, de diversificación y valor agregado de las exportaciones, y en tercer lugar con el fomento a las escuelas científicas y el crecimiento de los fondos de investigación”, precisa Brenes, quien desde su rol en la academia potencia y promueve el emprendimiento entre los universitarios.

Chile, en tanto, se situó justo por encima de Barbados y recientemente ha puesto especial foco en el fomento del emprendimiento y la innovación, como herramientas para derrotar la pobreza. El país tiene este año un presupuesto histórico de más de mil millones de dólares para innovación y emprendimiento, colocando media docena de agencias gubernamentales al servicio de la promoción de estas iniciativas, de forma de fomentar fuertemente la asociación público-privada.

“Entendemos que no es posible lograr un desarrollo equilibrado y competitivo si no lo sustentamos sobre el talento de los chilenos. Es a partir de ese talento que un país como Chile puede influir en el mundo. Por lo tanto, la educación pasa a ser una herramienta estratégica para el desarrollo”, explica Cristóbal Undurraga, coordinador general del año de la innovación en Chile.

Para el profesor Pounder, aunque todos los esfuerzos realizados en Barbados juegan un rol importante en el proceso de innovación, esto es sólo el comienzo. “Es necesario un modelo de innovación como parte de una estrategia de transformación para crear una cultura de innovación que sea integrada y estimule el vínculo y la interacción simultánea entre los grupos de interés a lo largo de todo el ciclo de innovacion en la isla. En el caso de las empresas, una mezcla óptima entre los avances tecnológicos, inversiones y cambios organizacionales es requerido para permanecer competitivo. Por ende, tiene sentido concluir que mientras más gente se exponga al desarrollo de una mentalidad correcta desde una edad temprana, un país como Barbados puede fomentar la innovación y creatividad”, puntualiza.

Barbados empieza el 2014 con una economía estable y una sociedad reflexiva, reforzada por un marco regulatorio en permanente evolución.“Los rankings, aunque son importantes para algunos sectores, no lo son todo. La sociedad de Barbados está enfocada en la sustentabilidad y hacia allá apuntan las mejoras en los estándares y condiciones de vida, a lo largo de los años”, expresa el académico.

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