Dar los últimos exámenes del semestre suele ser una de las épocas del año más complicadas para los alumnos. Y superarlos puede serlo aún más considerando que en este periodo muchos estudiantes se juegan buena parte de su futuro profesional.
A continuación, tres profesores de la Universidad de Navarra de España, entregan claves para preparar esas pruebas finales y superarlas con éxito.
- La preparación remota: organizarse desde el primer día. Según explicó Gerardo Castillo, del departamento de Educación de la universidad, aunque la suerte puede influir, los exámenes no pueden superarse de manera milagrosa. Por ende, lo determinante recaerá en saber prepararse y organizarse.
“El aprendizaje de cualquier contenido requiere un tiempo de asimilación para que la mente realice su labor, por lo que hay que estudiar a diario con un plan racional”, indicó.
“Muchos alumnos creen que esto no suena realista, pero menos aún lo es asimilar todo en cinco días. Cuando no se duerme, lo que se aprende tiene peor calidad. Está demostrado científicamente que el mayor porcentaje de olvido se da en el esfuerzo intensivo y concentrado”, aclaró.
Para el académico, esta “preparación remota” comienza con conocer la asignatura desde el primer momento y estar al tanto de que cada docente tiene un planteamiento, objetivos, exigencias de conocimientos, capacidades y criterios de evaluación que deberán considerarse para orientar el estudio.
“Algunos alumnos se esfuerzan, pero suspenden porque no se han adaptado a lo que requiere la materia”, sostuvo. Por ello, será fundamental asistir a las clases, ya que esto ayudará a “seguir la materia, estar en el ambiente con los compañeros y relacionarse con los profesores”.
- El momento del estudio: cómo procesar los contenidos. Una vez llegado el período de exámenes, Ángel Sobrino, director del Master Universitario de Profesorado de la institución, recomendó “ser realista con las posibilidades de tiempo” a la hora de estudiar.
“Se debe valorar el volumen total de los contenidos que hay que aprender y el rendimiento en horas de estudio diario, descansar cada hora y media de trabajo intenso, y tener muy presentes las expectativas del profesor”, expresó.
Sobrino otorga suma importancia al procesamiento antes que a la memorización de material en bruto, para lo cual apuesta por la realización personal de esquemas, resúmenes, notas al margen y subrayados.
“También hay que interrogarse constantemente sobre lo que se está aprendiendo. Esto implica mantener un diálogo interior para monitorizar el proceso y ver si se está progresando en la comprensión, la relación de contenidos y la capacidad de expresar lo estudiado”, manifestó.
- La realización del examen: argumentar y cuidar la escritura. Finalmente, para Beatriz Gómez Baceiredo, profesora de Comunicación e Información Escrita, es prioritario dedicar un tiempo a leer con calma las preguntas para comprenderlas, en lugar de responder en cuanto se reciben las instrucciones.
“Después se puede realizar un croquis para jerarquizar las ideas, que se expondrán en un discurso claro y bien organizado donde se abordará la cuestión principal cuanto antes”, señaló. La académica aconsejó apoyarse en el esquema básico de la argumentación (de lo particular a lo universal o viceversa), adelantar cómo se va a estructurar la respuesta, con el fin de ordenar el texto y orientar al corrector, además de emplear oportunamente el vocabulario y los tecnicismos propios de cada materia, y repasar de forma pausada y desde el punto de vista del profesor antes de la entrega.
Por último, insistió en cuidar especialmente la escritura, a través de la construcción de frases completas adecuadas al registro universitario, que tengan coherencia a través de conectores y transiciones, y evitar los coloquialismos, las abreviaturas y las faltas de ortografía.
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