La postura corporal que se adopta en la oficina, al jugar videojuegos o al conducir, da señales sobre qué tan honesta puede ser una persona. Así lo arrojó un estudio de Columbia Business School, que indicó que sentarse expansivamente, de modo extendido y relajado, generan una sensación de poder que, según investigaciones anteriores, puede determinar una conducta deshonesta.
Lo mismo sucede al preferir sentarse en una silla o escritorio grandes, así como una postura similar al momento de conducir un auto.
Andy Yap, uno de los autores del estudio, explicó que los ambientes de trabajo y de la vida cotidiana condicionan las posturas corporales de los individuos, las expanden y contraen. Dichos entornos, consignó, impactan directamente en la propensión de una conducta deshonesta.
De acuerdo al experto, los cambios posturales sutiles pueden tener un enorme impacto en los pensamientos y sentimientos, por lo que es importante prestar atención a la ergonomía de los espacios, por los efectos tangibles y reales en el comportamiento.
Entre las cuatro pruebas de laboratorio que consideró la investigación, destaca una en que se manipuló el espacio físico de una oficina para, posteriormente, evaluar si los individuos presentes eran deshonestos de acuerdo con su postura corporal, según se expandiera o contrajera.
Otro test analizó si las personas que manejaban un automóvil en un espacio amplio eran más propensas a romper las normas de velocidad establecidas en un juego de computadora, mostrando que tienden más a un comportamiento fraudulento y deshonesto. Aplicada a conductores reales de Nueva York, esta prueba indicó que aquellos que conducían con asientos más amplios tendían a aparcarse en sitios prohibidos.
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