Lima. Energía, amor y cuidado son los ingredientes para que las empresas sean exitosas. Al menos para Joseph A. Michelli, autor del best seller "La experiencia Starbucks", en el que relata como algo tan simple como tomar un café se ha convertido en una experiencia extraordinaria.
Michelli participó en el 18º Congreso Peruano de Gestión de Personas organizado por Seminarium Perú el mes pasado en Lima, y conversó con AméricaEconomía sobre el manejo del capital humano en América Latina.
-¿Cómo se puede lograr un ambiente de trabajo plasmado de energía en medio de una crisis?
En tiempo de crisis e inestabilidad es mucho más importante tener al personal más cómodo y tranquilo, y esto no se logra necesariamente dando más dinero, sino reconociendo cuando hacen un buen trabajo.
-¿Los líderes de hoy están en capacidad de lograr esto?
Siempre converso con muchos ejecutivos del Perú y parece que hay un gran número de buenos líderes. La mayoría trabaja en los sectores primarios y constituye la mayor fuerza laboral de los países y es ahí donde hay un reto de liderazgo en la región. En el caso del Perú, se capacita para identificar quién tiene el talento correcto y quien necesita ser entrenado. Hay muchos modelos que ayudan a ser mejores líderes, pero primero hay que entender el factor humano.
-¿Cuáles son los principales problemas de los líderes de América Latina?
Tienen muchos. Muchas empresas en la región, dada su historia, sólo operan para sobrevivir y la noción de inspiración es vista como algo poco práctico. Muchos trabajan para asegurar su salario. Hay muchos retos en América Latina. Si sólo se les vende un sueño para alimentar su propio poder, al final se termina haciendo más daño a las personas.
-¿Cómo crear un buen ambiente de trabajo sin que la empresa pierda productividad?
Monitoreando. Es como los padres con sus hijos. Los monitorean porque los quieren y sería un acto de descuido y desamor no hacerlo. En el caso de las empresas, como los hago trabajar, espero que también identifiquen lo que necesitan mejorar para que la organización mejore. Sin embargo, si no cumplen con las expectativas, si no producen, es mi deber dejarlos ir a otro lugar donde estarían mejor.
-¿Este proceso es más difícil para empresas en economías emergentes que las de economías desarrolladas?
Sí, porque no ven el valor de esto. Piensan que se gasta tiempo y dinero. Una vez que se ven los resultados ya toman su propio vuelo. Es el caso de empresas que salen en el ranking de las empresas del Great Place To Work. Y la gente sabe quiénes son. El valor radica en que la gente las identifica y quieren trabajar en ellas y así se atrae a la gente más talentosa.
-¿En América Latina que países han dado un paso adelante en esto?
Perú ha avanzado más que otro país por el avance de su economía. Veo que otros países no siguen este ritmo, por ejemplo Venezuela definitivamente no lo está haciendo. Perú está llegando a otro nivel y el resto de países como Chile y Colombia recién están comenzando.
-¿Qué les espera a las empresas que en época de crisis no invierten en mejorar el clima laboral?
Muchas van a tener que despedir personal. Si no te preocupas por la gente, la gente querrá trabajar contigo por el corto plazo y no tendrán una real lealtad hacia ti. Así, cuando el mercado se recupere y haya más oportunidades, la gente sólo esperará la mejor para irse.
-¿En América Latina, el área de Recursos Humanos es un área estratégica o sigue siendo una más dentro de la compañía?
En el caso del Perú, veo que la gente de RR.HH. está involucrada en la estrategia de la empresa, ésa es la lectura que tengo tras conversar con los empresarios. Tengo en el Perú más empresas –proporcionalmente hablando– que tienen al área de RR.HH. muy de la mano con la gerencia general, que probablemente en Estados Unidos. Ellos son parte de la estrategia y se ocupan también de ejecutarla.
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