No está de moda recurrir a líderes religiosos en busca de inspiración en la administración de negocios, ni tampoco hay consenso respecto de si resulta apropiado evaluar a una figura histórica con estándares modernos de liderazgo. Sin embargo, la historia de como Moisés se convirtió en un líder aclamado tiene lecciones poderosas para aún el más secular de los hombres de negocios.
Su biografía arroja luces sobre las experiencias formativas de un líder ético mientras que sus acciones demuestran cómo tal líder puede actuar bajo circunstancias desafiantes. También es un excelente ejemplo de cómo diferentes y hasta contradictorios estilos de liderazgo - en este caso el de un visionario, pastor, maestro y esclavo, puede combinarse para crear un poderoso modelo de liderazgo que es tan aplicable hoy como lo era en los tiempos bíblicos.
El camino de Moisés hacia el liderazgo no fue, en caso alguno, directo.
Nació como un esclavo, fue salvado de ahogarse por la hija del faraón y fue criado en el lujo, como un príncipe egipcio. Escapó al desierto y vivió como pastor – un rol considerado abominable en la sociedad egipcia – después de haber matado un capataz que estaba azotando un esclavo. Todo eso antes de ser elegido por Dios para dirigir un variopinto grupo de gente hacia la Tierra Prometida.
La crianza y vida de Moisés antes de convertirse en un líder, ilustran que múltiples experiencias entre culturas, clases socuiales y estilos de vida puede ser un buen mecanismo para desarrollar empatía, credibilidad y confianza, especialmente al trabajar con grupos de personas con una amplia variedad de procedencias.
También vale la pena destacar alguans de las razones por las que Dios lo eligió: además de haber matado al capataz, intercedió antes deos esclavos que peleaban y ayudó a algunas mujeres a dar de beber a sus rebaños mientras otros las perseguían. Estas fueron las acciones de un hombre que podía empatizar con otros y que estaba dispuesto a hacer lo correcto antes que a hacer lo que era más fácil. Al transferir esto al mundo actual se puede entender que tomar en cuenta las experiencias formativas tempranas de los candidatos, y no solamente su historial de trabajos, puede ayudar a las organizaciones a obtener un mejor mapa de su carácter.
Una de las características más destacables de la historia de Moiśes es su total rechazo a transformarse en un líder.
Le dijo a Dios, entre otras cosas, que no era un buen orador y que no era apto para guiar a nadie. Eventualmente, aceptó este rol, pero solamenter tras convencerse que tendría el apoyo de otros, incluyendo su hermano, líderes tribales y del mismo Dios. Podría decirse que se resistió por tanto tiempo porque comprendió que un líder solamente puede ser efectivo como lo es su apoyo.
Esto es un excelente recordatorio de que cuando el liderazgo nace solamente de la ambición, la persona a cargo no es un líder de verdad, sino que es un comandante. Los verdaderos líderes no salen a liderar – ellos persiguen un sueño, un ideal, una visión de largo plazo para su familia, organización, país o el mundo. Las organizaciones de hoy deberían fijarse y evaluar el talento en base a propósito, responsabilidad y lealtad, no solo por ego.
Muchos líderes contemporáneos a Moisés empleaban un modelo de liderazgo tiránico o al menos autocrático. Moisés, sin embargo, optó por un modo que puede ser reconocido por cualquiera familiarizado con los modelos de contingencia modernos: fue capaz de combinar cuatro roles distintos de liderazgo, equilibrando las tensiones inherentes a ellos.
Mantuvo los pies en la tierra como un pastor, pero también mantuvo su mente abierta como un verdadero visionario; enseño a sus seguidores, pero también comprendió que el liderazgo es, en última instancia, un servicio.
Como maestro, Moisés supo administrar el conflicto exponiéndolo o dejándolo surgir, para así facilitar el aprendizaje. Ya fuera cuando había una clara violación del código moral o cuando los espías circulaban rumores respecto de los peligros de la Tierra Prometida, actuaba con decisión y con consecuencias claras. Pero siempre usaba esos incidentes como oportunidades de enseñanza.
Como sirviente, Moisés entendió que una comunidad está compuesta por individuos que necesitan ser apoyados cada uno en distintas maneras. Por ejemplo, modificó las leyes de herencia para proteger a mujeres que no tenían padres ni esposos. También entendió que su rol era llevar a su pueblo a la Tierra prometida, no entrar él a ella. En ese punto, transfirió su legado a su sucesor, Josué, a quien había preparado como líder desde temprano.
Moisés ha sido una inspiración para diferentes credos por siglos, pero también tiene mucho que ofrecer a pensadores seculares. Fue capaz de integrar las tensiones de su pasado y de su crianza adoptiva, y al hacerlo, los trascendió a ambos. Integró cuatro estilos diferentes de liderazgo que aún hoy son difíciles de encontrar en una misma persona. Con esta combinación única de historia y personalidad, personifica al líder auténtico y ético.
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